jueves, 9 de diciembre de 2010

Hackers amenazan con mas ataques contra los enemigos de wikileaks




LONDRES - En una campaña que algunos que ya declaran como  el inicio de una "guerra cibernética", cientos de activistas de Internet están montado ataques de represalia en los sitios Web de las empresas multinacionales y otras organizaciones que se consideren hostiles a la organización antisecretos WikiLeaks y a su fundador encarcelado, Julian Assange .


Los ataques cibernéticos en la defensa del señor Assange parecen haber sido coordinado por “Anonymous.


 “Anonymous” se atribuyó la responsabilidad de estos ataques, según Gregg Housh, un activista perteneciente a un  grupo de personas que se hacen llamar  hacktivistas. Housh dijo que el grupo estaba redoblando sus esfuerzos para reducir PayPal, que esta mejor protegida que otros sitios. PayPal, una compañía de servicios de pago en línea, dijo que los ataques habían disminuido en su sitio web, “pero no han impactado significativamente los pagos."El grupo dijo que las acciones fueron parte de una campaña llamada “Operation  Payback”, que comenzó como una manera de castigar a las empresas que trataron de detener a Internet del intercambio de archivos y descargas de películas.


Los ataques a sitios de MasterCard, PayPal y Visa para vengar WikiLeaks  fue llamado por los activistas en inglés “operation payback”. Después de que el juez británico negara a Assange la libertad bajo fianza en el caso de extradición a Suecia y  los ataques contra los sitios web de Wikileaks por sus "enemigos", tal como lo definen sus apasionados partidarios  de la organización en todo el mundo, causó que varios sitios Webs corporativos pudieran ser inaccesibles o disminuir su acceso notablemente ayer miercoles.


Los objetivos de los ataques, en los que los activistas colapsaron los sitios con tráfico, incluyeron la Web de MasterCard, PayPal y Visa que habían bloqueado las donaciones hacia Wikileaks, asi como Amazon.com, que revocó la utilización de sus servidores informáticos, al igual que los sitios Web de la oficina del fiscal de Suecia y el abogado que representa a las dos mujeres cuyos alegatos de mala conducta sexual son la base de la oferta de la extradición de Suecia.



El jueves, Gregg Housh, un activista perteneciente a un  grupo de personas que se hacen llamar  hacktivistas, dijo que el grupo estaba redoblando sus esfuerzos para reducir PayPal, que esta mejor protegida que otros sitios. PayPal, una compañía de servicios de pago en línea, dijo que los ataques habían afectado su sitio web, “pero no han impactado significativamente los pagos."



En otros sitios Web principales parecía estar sufriendo interrupciones en el servicio la madrugada del jueves, sin embargo, lo que sugiere que el impacto económico de los atentados fue limitado.

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La velocidad y alcance de los ataques del miércoles mostraron el respaldo de los grupos de activistas hacia Assange, que ha aparecido cada vez más aislado en los últimos meses en medio de la furia alimentada por WikiLeaks debido a los cientos de miles de documentos secretos del Pentágono sobre las guerras en Afganistán e Irak.



Assange ha sido objeto de ataques renovados en las últimas dos semanas para publicar el primer tramo de un tesoro de 250.000 cables secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos que han puesto de manifiesto las evaluaciones de los diplomáticos cuyas relaciones con el resto de los países se ha visto deteriorada por las revelaciones de Wikileaks.


 Assange esta librando una batalla en contra de fiscales suecos, que han solicitado su extradición para ser interrogado sobre las acusaciones de "violación, abuso sexual y coacción contundente" hecho por las mujeres suecas. Assange ha negado  cualquier acusación sobre estos casos.


Por otro lado, funcionarios estadounidenses han dicho en repetidas ocasiones que están revisando posibles cargos criminales en contra de Assange, un paso que podría conducir a un intento de extraditarlo a Estados Unidos y enfrentarse a él por lo que tendria que luchar por su libertad en dos frentes.



Housh, que rechaza un papel personal en cualquier actividad ilegal en línea, dijo que 1.500 seguidores habían estado en foros en línea y salas de chat organizando los masivos ataques de "denegación de servicio". Su relato fue confirmado por José Nazario, un investigador senior de seguridad de Arbor Networks, una firma de Chelmsford, Massachusetts, que rastrea las actividades maliciosas en redes informáticas.



 La mayoría de las empresas cuyos sitios fueron atacados no explicaron por qué se cortó los lazos con Wikileaks. Pero según declaraciones emitidas por PayPal,  la decisión se basó en "una violación" de su política de promoción de actividades ilegales.



El sentido de una guerra de Internet se vio reforzada el miércoles, cuando Netcraft, una empresa de monitoreo de Internet británica, informó que el sitio web utilizado por los hackers para distribuir el software de denegación de servicio había sido suspendido por una empresa holandesa de alojamiento, Leaseweb.



El sentido del humor beligerante entre los activistas se dio cuando un colaborador de un foro del grupo, WhyWeProtest.net, escribió acerca de los ataques: "La guerra está encendida. Y todo el mundo debería pasar algún tiempo pensando en ello, discutirlo con los demás, la preparación de ustedes mismos para saber cómo actuar si algo le obliga a tomar una decisión. Tenga mucho cuidado de no errar en el lado de la inacción. "



 Los ataques cibernéticos sobre las empresas el día de ayer fueron vistos por muchos seguidores como un contraataque contra los Estados Unidos. Los partidarios de la línea de Assange han condenado ampliamente la administración de Obama como la mano invisible que coordina esfuerzos para ahogar WikiLeaks al negar la financiación y la supresión de su red de servidores .



Housh describe a Assange en una entrevista como "un preso político". Una visión común entre los partidarios de WikiLeaks que se han unido a Assange en la condena de la acusaciones de abuso sexual como parte de una de  "campaña de difamación".


Otro activista utilizó la analogía de la lucha por los derechos civiles en los ataques cibernéticos.



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